1/10/2012
El fin de año siempre es inspiración para el recuento, los balances, las miradas retrospectivas y en política para el recuento de los daños. Después siempre vienen los buenos deseos, la esperanza, los propósitos. Inspirada por los buenos deseos, el balance anual y la esperanza de un futuro mejor para el nuevo año -políticamente interesante para México-, no puedo negarme a los buenos deseos, retomando el “principio teológico popular”, aquella frase que usamos cuando conocemos bien los daños y no deseamos que se prologuen: ¡Dios nos libre!, Dios nos libre de un año igual o peor en materia económica, social, política, etc., etc., que ha sido el denominador común de cada sexenio en México, desde la dictadura priísta, pasando por la “alternancia” partidista, que colocó en la presidencia a la que aspira a ser una dictadura panista, hasta llegar al fin de sexenio calderonista.
Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota
Y es que estamos amenazados de muerte, de inanición política, tenemos un 2012 de elecciones presidenciales, de fin de sexenio, de nula voluntad política de cambio. Tenemos aspirantes a la presidencia que no se tocarán el corazón para engrosar las cifras de asesinatos en México, que no cambiaran nada de lo que están acostumbrados a hacer, puesto que es el denominador común de sus añejas, malsanas y deformadas prácticas políticas. Dejar atrás un sexenio sangriento, un sexenio ilegitimo, un sexenio gris y deslucido, un sexenio sin avances significativos, de mejoras personales de los ciudadanos, no es la meta de algunos aspirantes a la presidencia como Peña Nieto o Vázquez Mota.
La señora Vázquez Mota (aspirante a representar al PAN en las elecciones presidenciales de 2012), ya expresó su deseo por “mantener la lucha contra la delincuencia y el narcotráfico iniciada por el presidente Felipe Calderón”, no habrá cambios, simplemente seguirá sus pasos, o mejor dicho sus propios pasos, no olvidemos que la señora Josefina ha sido pieza clave en el gobierno de Calderón, la que lo llevó a la presidencia, la que ha estado siempre presente desde que el PAN llegó al poder. Ha estado presente en los casi 12 años de dictadura panista con dos de los más grises y festivos personajes (Fox y Calderón), a los que ha asesorado políticamente. La señora fue Secretaria de Desarrollo Social en el gobierno de Fox hasta su renuncia en 2006 para incorporarse a la campaña de Felipe Calderón, entonces candidato a la presidencia. Una vez instalado en la presidencia, y después de acompañarlo en el equipo de transición, Calderón la nombra Secretaria de Educación Pública, hasta 2009 año en que renuncia para ser candidata a Diputada Federal, puesto que conserva al lado de su coordinación del Grupo Parlamentario del PAN hasta 2011 en que pidió licencia para dedicarse a su campaña para la presidencia.
Por su parte Peña Nieto es otro que no niega sus intenciones de hacer política a la priista, a que todo vuelva a aquella dictadura perfecta, en la que los asesinatos se hacen sin escándalos, como los que lleva a cuestas en su gobierno mediático del Estado de México durante los acontecimientos de Atenco. Aspira a un gobierno de continuidad con el viejo PRI y los pactos panistas que difícilmente cambiaran en materia de combate al crimen organizado y subordinación al gobierno norteamericano. Un político gris, con una pobre carrera política, con puestos menores dentro de su partido, su máximo: la gubernatura del Estado México y su popularidad mediática como producto de la mercadotecnia. Popularidad que se ha ido a pique con su autocampaña destructiva de analfabetismo intelectual y político que lo ha evidenciado como un incapacitado para remontar un proyecto nacional que permita a México la más mínima mejora.
Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota
Y es que estamos amenazados de muerte, de inanición política, tenemos un 2012 de elecciones presidenciales, de fin de sexenio, de nula voluntad política de cambio. Tenemos aspirantes a la presidencia que no se tocarán el corazón para engrosar las cifras de asesinatos en México, que no cambiaran nada de lo que están acostumbrados a hacer, puesto que es el denominador común de sus añejas, malsanas y deformadas prácticas políticas. Dejar atrás un sexenio sangriento, un sexenio ilegitimo, un sexenio gris y deslucido, un sexenio sin avances significativos, de mejoras personales de los ciudadanos, no es la meta de algunos aspirantes a la presidencia como Peña Nieto o Vázquez Mota.
La señora Vázquez Mota (aspirante a representar al PAN en las elecciones presidenciales de 2012), ya expresó su deseo por “mantener la lucha contra la delincuencia y el narcotráfico iniciada por el presidente Felipe Calderón”, no habrá cambios, simplemente seguirá sus pasos, o mejor dicho sus propios pasos, no olvidemos que la señora Josefina ha sido pieza clave en el gobierno de Calderón, la que lo llevó a la presidencia, la que ha estado siempre presente desde que el PAN llegó al poder. Ha estado presente en los casi 12 años de dictadura panista con dos de los más grises y festivos personajes (Fox y Calderón), a los que ha asesorado políticamente. La señora fue Secretaria de Desarrollo Social en el gobierno de Fox hasta su renuncia en 2006 para incorporarse a la campaña de Felipe Calderón, entonces candidato a la presidencia. Una vez instalado en la presidencia, y después de acompañarlo en el equipo de transición, Calderón la nombra Secretaria de Educación Pública, hasta 2009 año en que renuncia para ser candidata a Diputada Federal, puesto que conserva al lado de su coordinación del Grupo Parlamentario del PAN hasta 2011 en que pidió licencia para dedicarse a su campaña para la presidencia.
Por su parte Peña Nieto es otro que no niega sus intenciones de hacer política a la priista, a que todo vuelva a aquella dictadura perfecta, en la que los asesinatos se hacen sin escándalos, como los que lleva a cuestas en su gobierno mediático del Estado de México durante los acontecimientos de Atenco. Aspira a un gobierno de continuidad con el viejo PRI y los pactos panistas que difícilmente cambiaran en materia de combate al crimen organizado y subordinación al gobierno norteamericano. Un político gris, con una pobre carrera política, con puestos menores dentro de su partido, su máximo: la gubernatura del Estado México y su popularidad mediática como producto de la mercadotecnia. Popularidad que se ha ido a pique con su autocampaña destructiva de analfabetismo intelectual y político que lo ha evidenciado como un incapacitado para remontar un proyecto nacional que permita a México la más mínima mejora.
Ahí pues los candidatos: Dios nos libre!!
estelahdzb@gmail.com
@estelabol
estelahdzb@gmail.com
@estelabol
fuente: http://www.libertaddepalabra.com/2012/01/dios-nos-libre-ni-pena-nieto-ni-vazquez-mota/
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